CONDUCCIÓN CON NIEBLA


El otoño puede ser una estación encantadora por el color amarillento que nos deja el paisaje pero al mismo tiempo se puede convertir en una trampa mortal en la carretera. Con la llegada del otoño las temperaturas empiezan a ser más frías, constantes lluvias y se producen bancos de niebla.  Este fenómeno es muy peligroso si vamos a conducir porque reduce el campo de visión por delante del conductor. Este  fin de semana ha habido varios accidentes de circulación por causa de la niebla.

La conducción con niebla se convierte en un trabajo arduo y pesado para el conductor. Hay que estar más atentos a la carretera por la falta de visibilidad con lo que aumenta el estrés. El asfalto se humedece y por ello se reduce la adherencia incrementándose la distancia de frenado.  Sería como circular con las primeras gotas de lluvia.


Para circular con niebla encenderemos  las luces para poder ver y hacernos ver. Circularemos con el alumbrado de corto alcance, nunca el de posición aunque la niebla no sea muy espesa.  No se aconseja encender las luces de largo alcance porque al ser la luz más intensa refleja en la niebla y deslumbra al mismo conductor. Con niebla ligera encenderemos las luces antiniebla delanteras junto con las de corto alcance. La antiniebla trasera solo la encenderemos con niebla espesa. Es un error habitual ver a muchos vehículos con la luz antiniebla trasera conectada cuando la niebla es ligera. Esta luz al ser más intensa crea deslumbramiento al conductor que circula detrás por lo tanto solo se debe encender con niebla espesa. Se considera que hay niebla espesa cuando la visibilidad sea menor de 200 m, si la visibilidad se encuentra entre 200 m y 1 km se dice que la niebla es ligera.

El habitáculo lo mantendremos ventilado para que los cristales no se empañen y se reduzca aún más la visibilidad. El limpiaparabrisas lo accionaremos periódicamente y lo más importante de todo, reduciremos la velocidad al espacio que tengamos iluminado por delante de nosotros y dependiendo lo mojado que se encuentre el pavimento.

Se aumentará la distancia de seguridad y debe de abstenerse de adelantar siempre que la visibilidad no nos permita hacerlo con seguridad. En caso de tener que detener el vehículo, se realizará apartándose lo más posible de la calzada y del arcén apagando todas las luces, así no crearemos confusión a los demás conductores sobre el trazado de la vía.

Estas recomendaciones son de utilidad tanto en vías fuera de poblado como dentro de poblado. En las zonas urbanas la precaución tiene que ser aún máxima porque nos podemos encontrar con peatones cruzando la calzada. 

Cuando nos encontremos con bancos de niebla no hay que tener ningún tipo de prisa por llegar, ante todo tiene que prevalecer la seguridad, nuestra seguridad y la del resto de los usuarios de la vía.

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