La velocidad sigue siendo una de las
principales causas de los accidentes de circulación. Uno de cada
cuatro fallecidos en accidente de tráfico es por la velocidad
excesiva. En ciertas ocasiones la velocidad se asocia con otros
factores de riesgos: condiciones climatológicas adversas, consumo de
alcohol y la falta de experiencia del conductor. Si a estos factores
de riesgo le añadimos la velocidad, aumenta significativamente la
probabilidad de sufrir un accidente.
El conductor es quien debe adecuar la
velocidad a las circunstancias del tráfico y de la vía. Además,
debe saber adaptar la velocidad. Esto es, ser capaz de poder detener
el vehículo en cualquier circunstancia que se le presente, aunque
sea de forma inesperada. Cuanto mayor sea la velocidad, mayor será
la distancia de frenado, de reacción y mayor debe ser la distancia
de separación; al aumentar la velocidad se aumentan los riesgos.
Para poder adaptar la velocidad hay que
tener en cuenta la distancia de detención que corresponde a
distintas velocidades y, por supuesto, recordad que son
proporcionales al cuadrado de la velocidad. Una fórmula aproximada
se puede obtener multiplicando por sí mismo el número de las
decenas de la velocidad. Por ejemplo: si circulamos a 30 km/h →
3x3 = 9 metros.
VELOCIDAD
Km/h
|
METROS
|
30
|
9
|
50
|
25
|
80
|
64
|
100
|
100
|
120
|
144
|
Es por todos sabido que todo vehículo
en movimiento acumula energía cinética en función de su masa y
velocidad y que dicha energía es proporcional al cuadrado de la velocidad; si la velocidad se multiplica por dos,la energía
cinética se multiplica por cuatro.
Para poder detener el vehículo es
necesario eliminar por completo esa energía cinética. Para ello, el
conductor utiliza el sistema de frenado. Pero si en vez de eliminar
dicha energía cinética de manera progresiva, el vehículo colisiona
contra algún objeto, la energía se suprime en fracciones de
segundo; colisionar contra un muro a 90 km/h, se sufre un choque
equivalente a la caída desde un edificio de 10 pisos
aproximadamente.
Eisten varios tipos de velocidad:
- Velocidad máxima. Es el límite máximo permitido para la vía que circulamos.
- Velocidad mínima. Límite mínimo permitido para la vía que circulamos.
- Velocidad inadecuada. Circular a una velocidad que no se adapta a las condiciones climatológicas o a las circunstancias de la vía, del tráfico, del vehículo o a las condiciones del conductor impidiendo que éste controle el vehículo.
- Velocidad anormalmente reducida. Circular a velocidad inferior a la mitad de la genérica de la vía.
Por ello, es primordial respetar los
límites de velocidad aunque nos parezcan inadecuados.
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